miércoles, 4 de agosto de 2010

Razones para no recurrir a las palmadas



Algunos padres de familia afirman que de vez en cuando recurren a las palmadas para corregir a sus hijos y , según ellos, han obtenido buenos resultados.

Sin embargo, sería importante reflexionar sobre qué es lo que consideramos 'buenos resultados', porque, en realidad, el fin de nuestras correcciones es que nuestros hijos interioricen normas y conozcan sus límites para que se desenvuelvan adecuadamente en la sociedad, sean buenas personas y sean felices.

Pero ¿Realmente lograremos que nuestros hijos interioricen normas y sean personas buenas y felices a través del golpe?
Basta con ponerte en el lugar del niño para contestar la pregunta.

Y es que educar utilizando la violencia física:

- Es una solución momentánea: Ni las palmadas ni ningún otro tipo de agresión física le enseñan al niño sobre la mala conducta. Lo único que aprenden de ellas es que el golpe duele. Puede que logren que se porte bien por un rato, pero lo hará para evitar el dolor, no por haber adquirido la habilidad para controlarse ni mucho menos por haber interiorizado la norma.

- Es injusto: Cuando una persona grande se descontrola y golpea a un niño, está abusando de su poder y de la debilidad del indefenso.

- Refleja una doble moral: ¿Por qué el adulto sí puede pegarle al niño cuando está molesto y él no puede hacer lo mismo?

- Fomenta la agresión: Las investigaciones demuestran que el niño que es educado a través del golpe tiende a pegar a sus compañeros y a resolver sus conflictos con violencia.

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