'Creciendo A Tu Lado' es un espacio creado para informar y guiar a padres de familia sobre aspectos fundamentales y relevantes que beneficien el desarrollo de nuestros niños en diversas áreas de su aprendizaje. Aquí compartiremos diversos artículos educativos y actividades lúdicas, creativas e innovadoras que se pueden trabajar con los niños. Es bienvenido cualquier comentario que pueda enriquecer a todos los que visiten el blog.
jueves, 5 de agosto de 2010
Le hablo de mil formas a mi hijo pero no logro que me haga caso
Esto es más común de lo que uno cree. Es más, me atrevería a afirmar que no hay padre que no haya sentido esto. Por lo general, pensamos que hablando fuerte o amenazando al niño lograremos que nos haga caso; y es posible que logremos nuestro objetivo, pero solo será de corto plazo.
En realidad lo que desea todo padre es que el niño interiorice las reglas del hogar y sepa cuáles son sus límites. Para eso no basta sólo con nuestras palabras o nuestras órdenes. Los niños son muy sensibles y perciben perfectamente nuestros mensajes cuando son coherentes nuestras palabras con nuestros gestos.
Si el niño percibe que nuestros mensajes tienen un tono agresivo, es probable que reaccionen de manera sumisa, rebelde o agresiva; Por el contrario, si perciben que nuestros mensajes son firmes, sinceros y van acompañados de afecto, es probable que reaccione de manera positiva y poco a poco logre interiorizar nuestras reglas.
Aquí te doy algunos tips para lograr que tu hijo te haga caso:
- Míralo directamente a los ojos y dile que te mire también.
- Agárrale los hombros para que sienta que tú tienes el control.
- Háblale con un tono suave pero firme. El niño siente que tiene el control si te ve desesperado.
- Dile que todo acto tiene consecuencias que podrían ser buenas o malas y que él puede lograr buenas consecuencias si hace lo correcto. De esta manera le enseñas a ser responsable de sus actos y pensar antes de actuar.
- Dile que confias en él y sabes que se portará bien.
- Explícale siempre el por qué de lo que le estás pidiendo. Te recomiendo evitar frases como "Lo haces porque yo mando".
- Hazlo razonar. "¿Qué crees que podría pasar si no me das la mano para cruzar?"
- Sé coherente con las reglas y con tus actos.
- No te dejes dominar por los llantos o pataletas de tu hijo. Recuerda que son sus más poderosas herramientas para dar pena y hacerte sentir mal, pero en realidad, nada le está pasando.
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