Las burbujas representan un mundo mágico y divertido ¿A qué niño no le resulta fascinante ver cómo se forman , pero sobre todo, ser él mismo quien las crea?
La verdad es que jugar con burbujas tiene otros beneficios además de divertir a los niños; las burbujas captan su atención fácilmente y el hecho de seguir su trayectoria hasta que se reviente estimula su capacidad de concentración; pero además, si le pides al niño seguir la burbuja sólo con los ojos (sin mover la cara), estará trabajando los músculos de los ojos que son fundamentales para la lectoescritura.
También, ver cómo se va formando la burbuja y cómo se revienta, permite que el niño descubra que las cosas pueden cambiar y que toda acción (soplar, tocar la burbuja) genera una reacción.
Así mismo, la acción de soplar implica trabajar los músculos de la cara y la boca y la respiración, fundamentales para el desarrollo del lenguaje.
A continuación te doy una súper receta para crear las mejores burbujas del mundo.
Necesitas:
- 2 1/2 litros de agua
- 1/2 taza de miel
- 1 taza de detergente líquido para platos
Preparación:
1. Mezclas el agua con la miel hasta que quede homogéneo.
2. Echa lentamente el detergente a la mezcla.
3. Guarda la mezcla en un recipiente hermético para que te dure varias semanas.
¡Ahora sí están listos para pasar un momento divertido, educativo y beneficioso con su hijo!
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