Los niños siempre van a querer imponer sus ideas. Y no es malo; al contrario, darle la opción de decidir lo hace sentir importante y escuchado, lo cual evita berrinches y pataletas, pero sobre todo, beneficia su autoestima.
En vez de amenazar o imponer tus ideas al niño, involúcralo y dale la oportunidad de elegir entre opciones y participar en la solución. De esa forma, los niños colaboran mucho mejor.
Pero debes tener bien claro que las opciones se las das tú, y éstas deben ser cerradas, esto es, opciones concretas, que requieran de un sí o un no.
A continuación te planteo algunos ejemplos sobre cómo modificar las imposiciones o amenazas en opciones cerradas para lograr efectos positivos en tus niños:
Imposiciones/Amenazas
1.Si no comes, no vamos al parque
2.Ven aquí, inmediatamente. .
3.Suelta el juguete de tu amigo.
4.No hables con la comida en la boca.
5.No vamos a ver la película ahora.
Opciones cerradas
1.Cuando acabes de comer, podríamos ir al parque.
2.¿Quieres venir solo o prefieres que vaya por ti?
3.Si no puedes soltar el juguete, yo te puedo ayudar.
4.Acaba de masticar y luego me lo puedes contar.
5.¿Prefieres ver la película más tarde o mañana?
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