domingo, 24 de octubre de 2010

Mi hijo tiene dificultad para socializar ¿Cómo puedo ayudarlo?

La socialización es un proceso que se va aprendiendo. Para algunas personas es más fácil aprender a socializar, pero para otras, es más difícil.

Pero ¿Qué entendemos por socialización?
La socialización es un proceso por el cual el individuo aprende a diferenciar entre lo que es aceptable e inaceptable de su conducta para su sociedad y cultura.

¿Cómo es que el niño logra entender lo que es aceptable e inaceptable para su sociedad?

A través de:
- Las reacciones de los demás ante sus actos.
- Los límites que le pongan sus padres y adultos responsables.
- La manera en que se le explique lo que se debe y no, hacer.
- Las actitudes y comportamientos de los padres y adultos responsables.

Se ha demostrado que hijos de padres hostiles y permisivos generan conductas antisociales en sus hijos.

¿Por qué ocurre esto?
Porque ante padres violentos, los niños aprenden que la violencia es la manera en la que se debe actuar y como se solucionan los conflictos, por lo tanto atacan a sus compañeros.
Ante padres permisivos, el niño hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere, sin importarle los demás, pues no conoce los límites que le indican hasta dónde puede llegar y cuándo invade, molesta y afecta a los demás. Por lo tanto, nadie deseará juntarse con esos niños, pues a nadie le gusta ser molestado ni agredido.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a aprender a socializar?
- Dándoles un trato amable y de respeto.
- Explicándoles por qué no les permites hacer tal cosa o ir a ciertos lugares.
- Ofreciéndoles espacios donde se pueda relacionar con otros niños y permitiéndoles resolver sus conflictos de manera autónoma. Trata de no intervenir en los conflictos entre niños, pues no le estarás dando la oportunidad para desarrollar sus herramientas de defensa y solución de conflictos, y en cambio, le estarás dando el mensaje de que sin tí, no podrá hacerlo.
-Inviten amigos a la casa.
- Ponles límites, pues eso les marcará la pauta de qué pueden y qué no, hacer.
- Dales mucha seguridad de sí mismos.
- Enriquece su autoestima.
- Dales el ejemplo con tu comportamiento. Tú eres su primer referente sobre cómo es ser sociable.

lunes, 11 de octubre de 2010

Cómo incentivarle a mi hijo el gusto por la lectura y la escritura


1. Lo primero que debes hacer es mostrarle que a ti te encanta escribir. El niño aprende, interioriza y adquiere hábitos al ver a sus padres realizar ciertas conductas continuamente.

2. Ofrécele  material diverso que le permita "escribir", dibujar, garabatear, como: colores, papeles, hojas recicladas, crayolas, etc.

3. Jueguen a "escribir cartas" a otros miembros de la familia, y si es posible, pídele a otros familiares que le escriban y manden cartas por correo para que él las reciba. Eso los motiva mucho.

4. Pídele que él te lea sus cartas. No importa si inventa lo que dice, no lo corrijas. Tarde o temprano te pedirá que le enseñes a leer.

5. Léele cuentos y pídele que él te cuente otros.

6. Incentívalo a escribir cuentos. Si aún no sabe escribir, dile que puede dibujar la historia. Pueden doblar varias hojas de modo tal que queda en forma de libro y él deberá dibujar en cada cara una parte de la historia.  Al final, pídele que te cuente su cuento.

7. Organicen un lugar especial para que guarde todas las historias que él escriba o dibuje.

jueves, 7 de octubre de 2010

Cosas que nunca se le deben decir o hacer a un niño


1. Darle palmadas, cachetadas o cualquier golpe, por más leve que este sea: No hay motivo para agredir físicamente a un niño. Algunos padres utilizan las palmadas para corregir a sus hijos, creyendo, muchas veces que eso no hace daño; sin embargo, basta con ponerse en el lugar del niño ¿Cómo se sentiría ud. si comete un error y su esposo o esposa lo/la trata de corregir dándole un palmaso? ¿Acaso no se sentiría ridículo o humillado? Ahora, imagínese a su hijo ¿Cómo cree que se siente cada vez que es "corregido" a través de las palmadas?

2. Avergonzarlo o humillarlo con frases como: "Uy mira, estás llorando y todos te están mirando. La gente va a decir que eres un llorón". "Aj, te hiciste pila en el pantalón".

3. Gritarle: A nadie le gusta que le levanten la voz. Acuérdese cómo se sintió cuando alguien le levantó la voz; Pregúntese si su conducta mejoró, si hizo lo que la persona que le gritó quería, o si se rebeló e hizo todo lo contrario. De la misma forma se siente y reacciona su hijo ante un grito suyo.

4. Culparlo por tus frustraciones: "¡Mira lo que estás haciendo!" "Por tu culpa, ya me molesté", "Por tu culpa, vamos a llegar tarde".

5. Amenazarlo con frases que no vas a cumplir: "Si te demoras en cambiarte, entonces no irás al cumpleaños" (Aunque sabes que de todas maneras irá al cumpleaños"

6. Hablar del niño delante de él: Si tenemos que hablar de el niño, procura que no haya ningún otro niño y mucho menos, él mismo. Solemos pensar que los niños no se dan cuenta de lo que los adultos están hablando, pero en realidad, los niños captan todo lo que sucede a su alrededor. En todo caso, deberás utilizar otro nombre.

7. Etiquetarlo: Cuando le decimos frases como "Eres un mal niño", "Que malcriado eres", etc. el niño empieza a interiorizar esas frases como ciertas y crece con una autoimagen negativa, creyendo que realmente es un mal niño y un malcriado.

martes, 5 de octubre de 2010

Mi hijo se acuesta tarde ¿Hay algún problema con eso?

Tendemos a creer que sólo los adultos nos privamos el sueño por nuestro exceso de trabajo; sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que los bebés y niños también están sufriendo la falta de sueño causado por el estilo de vida moderno.

The National sleep Foundation ha encontrado que niños de todas edades no están teniendo los niveles mínimos de sueño que deberían tener y que la mayoría tiene un déficit de 90 minutos diarios.

Es importante que entre los 12 y 36 meses de edad, los niños duerman entre 12 y 14 horas al día para poder rendir adecuadamente durante el día.

Está demostrado que el sistema inmunológico se afecta cuando hay problemas de sueño; pero ese no es el único aspecto que se ve afectado tras malas noches o la falta de algunas horas de sueño. Los niños que no duermen bien son más irritables, menos tolerantes, se enferman más seguido y son propensos a deprimirse, pues al ver que no rinden bien, se sienten inferiores al resto y se frustran.

Los niños necesitan y deben dormir bien para tener una buena salud mental y física.

domingo, 3 de octubre de 2010

Mi hijo tiene pesadillas: ¿Cómo puedo ayudarlo?


Empezaré por definir las pesadillas como sueños desagradables que se recuerdan y suceden en fase REM (Rapid Eye Movement o Movimiento rápido de ojos).
Como esta fase REM, por lo general, sucede a partir de la segunda mitad de la noche,las pesadillas también son más frecuentes en esta segunda mitad.

Es muy difícil saber si un niño menor de dos años ha tenido alguna pesadilla, puesto que sin lenguaje hablado es casi imposible detectarlo.

Algunos autores afirman que la pesadilla es una alteración pasajera que pasa con la edad, por ello recomiendad sólo tranquilizarlos sin hacer nada más.

Otros autores afirman que la función de la fase REM, que es la que ocurren las pesadillas, es la de asimilar, ensayar y aprender situaciones relacionadas con las que nos han sucedido durante el día. Por eso, si las pesadillas se dan con muy poca frecuencia no es algo que deba preocuparnos; pero si el caso es que las pesadillas ocurren con mucha frecuencia, es un indicador de que hay algo que está generando mucha ansiedad en el niño.

Los niños, al igual que los adultos, sufren de ansiedad, y si en esos momentos no reciben apoyo, la ansiedad puede incremetarse y realmente afectar al niño.

-Entre los 9-18 meses de edad, se da la ansiedad de separación.
-Entre los 2 y 3 años, se da una ansiedad por el control de esfínteres.
-Entre los 3 y 6 años, es una época de grandes aprendizajes y descubrimientos. Se da cuenta de que siente celos y que tiene impulsos sexuales, de agresión y de odio que le es difícil controlar, lo cual le genera mucha ansiedad.

En realidad, los niños son muy susceptibles a todo lo que sucede a su alrededor, como las discusiones entre padres, que generan mucha ansiedad.

A veces creemos que los niños no entienden lo que sucede, sin embargo, sí lo entienden, pero a su modo, y muchas veces es su fantasía la que los hace comprender, lo cual es peligroso porque tienden a generar ideas terroríficas. Por eso, siempre hay que explicarles lo que sucede para que lo entiendan bien y no generen estas fantasías que pueden empeorar la situación o hacerles creer cosas que no son.

Todas las situaciones que el niño no entiende, le generan sentimientos que no puede asimilar con facilidad. Entonces, esos sentimientos no canalizados necesitan hacerlos tangibles y convertirlos en algún símbolo. Es entonces cuando aparecen los monstruos, símbolos de sus sentimientos. También ocurre, que sueñan con las experiencias vividas pero de una manera distorsionada.

Antes de los 5 años es normal que el niño se despierte y piense que la pesadilla es real y que va a continuar, por eso buscan a los papás para que lo acompañen y pueda dormir tranquilo.
A los 7 años puede despertarse alarmado por la pesadilla pero sabe que fue sólo un sueño y que ya pasó.

¿Qué hacer?
Antes de que el niño vaya a dormir:
-Evite películas o cuentos que puedan generarle miedos.

-Si está resfriado dele algún antihistamínico que evite la obstrucción nasal o dificultad en la respiración, porque eso podría generarle pesadillas sobre asfixia o ahogos.

-Evite situaciones de estrés para el niño durante el día: Si el niño tiene entre 3 y 6 años, no lo castigues ni recrimines si aún no ha podido controlar sus esfínteres o por sentir celos o por no poder controlar su curiosidad sexual.

-Evite separaciones prolongadas de los padres.

-Hable siempre con su hijo sobre lo que ha ocurrido en el día, cómo le fue en su escuela o en la casa, como te fue a tí en tu trabajo, si tuviste algún problema en el trabajo, cómo lo solucionaste, etc.

Cuando ha ocurrido la pesadilla:
-Acuda a tranquilizarlo. Evite decirle que no ha ocurrido nada porque para él sí ha ocurrido, así que es mejor decirle frases como "Tranquilo, aquí estoy, no corres ningún peligro".

-Pasa tiempo con tu hijo.No lo ridiculices, grites o castigues por tener miedo; eso solo lo empeorará, y lo peor, sentirá que no puede confiar en usted.

-Demuéstrele seguridad.

-Si la pesadilla es muy recurrente, intente construir con su hijo un final feliz a esa pesadilla.

-Si no se soluciona el problema, consulte con un especialista.