lunes, 24 de enero de 2011

Mi hijo suele tener malas notas en el colegio: Qué puedo hacer para ayudarlo


Si tu hijo ha estado sacando malas notas a lo largo del año escolar, jamás lo resondres o humilles; eso podría generar una conducta agresiva o rebelde  en el niño, ya que suficiente agobio tendrá con las malas notas.

Sí es recomendable que converses con él y le preguntes su opinión: ¿Por qué cree que sacó malas notas? ¿Por qué no pidió ayuda a lo largo del bimestre escolar?
Además, es recomendable que te acerques al centro educativo y converses con los profesores sobre el desempeño de tu hijo.

Sin embargo, es preferible que estés al tanto del desempeño escolar de tu hijo a lo largo del bimestre y no sólo cuando ya jaló el curso.

Ten en cuenta que el sacar malas notas no significa que tu hijo  tenga una capacidad intelectual o un coeficiente intelectual bajos.

Existen diversos factores que podrían haber generado bajas notas escolares:
-La exigencia del docente.
-La motivación de tu hijo hacia el curso.
-Algún problema personal o social que esté afectando a tu hijo.
-Alguna enfermedad, como anemia.
-Desorganización en los horarios.
- Pocas horas de sueño.

En fin; como ves, existen diversos factores que pueden generar un bajo rendimiento y bajas notas en los cursos escolares, pero es fundamental que converses mucho con tu hijo y con sus profesores para conocer su desempeño escolar.

Así mismo, es importante que  recalques a tu hijo que su desempeño escolar es total responsabilidad suya, y que por lo tanto, si siente que tiene dificultades, es él quien deberá buscar solución y comunicarlo a los adultos responsables para que puedan ayudarlo en lo que necesite.

domingo, 16 de enero de 2011

Creo que mi hijo tiene un amigo imaginario. ¿Qué debo hacer?


La mayoría de los niños inventan amigos imaginarios. En realidad, esto no es un problema; por el contrario, resulta positivo para su desarrollo puesto que con él puede desarrollar habilidades sociales que le cuesta realizar con niños de verdad.

Los amigos imaginarios pueden ser personas o animales, y por lo general, pueden ser descritos por sus creadores. Además, tienen características y personalidades específicas.

Los niños crean a sus amigos imaginarios según sus necesidades. Por ejemplo, si el niño siente que su familia no le satisface por alguna razón, creará de repente una familia imaginaria que tendrá las característcias de su familia ideal.
Si el niño no tiene ammigos en el colegio, creará amigos imaginarios con los que podrá jugar y realizar todo lo que no puede en el colegio con los niños reales.

Lo que nosotros, como adultos, debemos hacer, es seguirle el juego, compartir con el niño esa fantasía. Así, podremos notar las carencias y dificultades que siente el niño y podremos ayudarlo a superarlas.

Jamás nos burlemos de sus fantasías, ni lo humillemos por tener amigos imaginarios. Por el contrario, comuniquémonos, juguemos y pasemos más tiempo con él.

Finalmente, los amigos imaginarios desaparecen.
 

miércoles, 12 de enero de 2011

Mi hijo es hiperactivo. ¿Cómo debo tratarlo?


Aún cuando no todos los niños hiperactivos son impulsivos, su incapacidad para mantener su conducta y atención durante periodos prolongados los hace parecer niños descuidados, inquietos y que se distraen fácilmente.

Los niños hiperactivos no presentan deficiencias intelectuales ni neurológicas aparentes, pero presentan altos niveles de actividad influenciados por su poca capacidad para mantenerse concentrados en una actividad específica.

Investigaciones han demostrado que los factores familiares influyen y pueden incrementar la desorganización conductual habitual en los niños.
Por ejemplo, se ha encontrado que la crítica constante acerca del comportamiento de los niños puede desencadenar la falta de control que caracteriza al niño hiperactivo.

También se ha observado que cuando los padres no respetan los periodos que estos niños necesitan para organizar y conlcuir una actividad, impiden que los niños desarrollen sus propios mecanimos de autorregulación conductual, lo cual se ve reflejado en sus conductas impulsivas.

Pero, ¿Cómo podemos disminuir la conducta hiperactiva en estos niños?
Modificando la interacción entre padres e hijos y generando un ambiente estable y fácil para concentrarse en una actividad a la vez.

Es importante:

- Analizar nuestras conductas:
  Lo que planteamos para nuestro hijo hiperactivo es factible.
  Lo estamos criticando demasiado.
  Lo comparamos con otros niños.
  Lo apuramos.

- Pensemos actividades que el niño deba realizar de principio a fin, respetando sus tiempos.
- Ofrezcámosle juegos que requieran concentración.
- Enseñémosle distintas herramientas y técnicas para solucionar conflictos o lograr cometidos.