Todos los niños en algún momento de sus vidas se han sentido rechazados por algún amigo.
En realidad los niños pelean todos los días con sus compañeros, ya sea por algún juguete o incluso por ser el primero en la fila.
Y es que los niños están aprendiendo a vivir en sociedad, y eso no es nada fácil, pues deben adaptarse a las normas que la sociedad les exige y que muchas veces no les favorecen.
Además, están aprendiendo a convivir y esto implica solucionar conflictos, dialogar y llegar a acuerdos que nos convengan a todos.
Por eso, si tu hijo llega del colegio diciendo que nadie quiere ser su amigo, es importante que te sientes a conversar con él o ella, y le preguntes lo que ha pasado.
Definitivamente, siempre te contará el problema desde su punto de vista y siempre poniéndose como víctima.. eso lo hacemos todos cuando contamos algún problema en el que estemos implicados.
Hazle preguntas como: ¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué crees que tus compañeros reaccionaron así? ¿Tú cómo reaccionaste? ¿Cómo te hubiera gustado que tus compañeros reaccionaran? ¿Tú qué hubieras hecho si estuvieras en el lado de tus compañeros? ¿Cómo crees que se podría solucionar el problema?
Y finalmente incentivarlo a que vaya a conversar con sus compañeros y que les de su punto de vista y sus posibles soluciones.
Esto es fundamental, pues tus hijos se enfrentarán a situaciones similares durante el resto de sus vidas, y es importante que sepan cómo solucionar sus problemas sin quedarse callados y sin pelear.
Estas herramientas los ayudarán a ser empáticos, pues les será más fácil ponerse en la situación de los demás y entender otros puntos de vista; pero al mismo tiempo crecerán siendo personas sociables, fundamental para lograr un adecuado desarrollo integral, y como consecuencia, ser personas felices y queridas.
